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El total del dinero abonado indebidamente en Galicia por parte de los afectados podría ascender a ocho mil millones de euros

El número de gallegos afectados por hipotecas multidivisas es en torno a unas 4.000 personas, una importante cifra que equivale a cerca 10% del total de este tipo de productos comercializados en España. Ahora, tras la sentencia del Tribunal Europeo y la más reciente del Tribunal Supremo se ha abierto a que todos estos afectados puedan reclamar lo pagado indebidamente.

Las hipotecas multidivisas, viendo las cifras de afectados, posiblemente no sean el producto con un mayor índice de comercialización, pero al realizar el cálculo de lo abonado indebidamente la situación varía: según Carlos Tomé, socio del despacho Caruncho y Tomé, “en el despacho estamos viendo que en ocasiones lo abonado indebidamente puede llegar a superar los 200.000 euros. Este tipo de hipotecas se vendieron como una oportunidad de negocio pero tenían una letra pequeña que no se explicó a los clientes y como resultado nos encontramos a miles de personas debiendo al banco mucho más dinero de lo que recibieron como préstamo”.

Popular y Bankinter, principales entidades emisoras en Galicia

En Galicia hay dos entidades bancarias, sobre todo, que por su cuota de mercado en la Comunidad Autónoma vendieron este tipo de hipotecas a sus clientes: en primer lugar, Banco Popular, y en segundo, Bankinter. Las características a la hora de realizar las ofertas a sus clientes es común y así lo ha certificado el Tribunal Supremo: “estas hipotecas son derivados financieros vendidos mediante estrategias comerciales engañosas y sin la mínima información obligatoria”.

Características de las hipoteca multidivisas

Este tipo de hipotecas se suscribieron normalmente en yenes japoneses o francos suizos, para aprovechar los tipos de interés más bajos de esas monedas y la evolución de la divisa, en la época previa a la crisis financiera. Las entidades las ofrecían bajo la garantía de que las cuotas mensuales serían más bajas porque los tipos de interés de estas divisas eran inferiores, pero no advirtieron de los riesgos que conllevaban.

Estos préstamos presentaban un riesgo muy difícil de comprender para un ciudadano sin experiencia en productos financieros complejos, dado que si la moneda en la que estaba la hipoteca se apreciaba frente al euro, las cuotas mensuales del préstamo se elevaban porque el crédito estaba concedido en esa divisa, por lo que el hipotecado estaba a merced de las fluctuaciones en el mercado de divisas.