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En los últimos tiempos, cada vez resulta más común hablar sobre las criptomonedas, especialmente de los bitcoins, -que es sin duda la criptodivisa más popular-, pero a fecha actual muchas personas siguen preguntándose ¿qué es realmente una criptomoneda? ¿Cómo funcionan? ¿Y qué ventajas o inconvenientes traen de la mano?

Por ello, el objetivo de este breve artículo es dar respuesta a estas preguntas, comenzando por aclarar que una criptomoneda es dinero virtual, de modo que a diferencia del dinero convencional, este tipo de moneda al ser digital sólo existe en la web, y se encuentra fuera del control y de regulación por parte de los gobiernos.

En todo caso, las criptomonedas nos permiten operar en el mercado realizando transacciones como cualquier otra divisa, siempre y cuando las partes acepten el uso de la misma, en vez de dinero tradicional. Así, hoy en día es posible pagar la compra de un producto con una critpomoneda, siempre y cuando el vendedor admita esta forma de pago.

De este modo, para comprar o vender con criptomonedas, únicamente necesitaremos acceso a Internet y conocer nuestra clave y la de la persona con quien se vaya a realizar la operación, y todo ello es posible gracias a la tecnología de cadena de bloques o blockchain

 El uso de criptomonedas nos permite efectuar transacciones más rápidas y efectivas que las transacciones con dinero tradicional, ya que los pagos se producen de forma instantánea, son sencillos de hacer y pueden realizarse a cualquier parte del mundo. Además, las transacciones con monedas virtuales son completamente seguras, y gozan de privacidad, lo cual no significa que sean anónimas.

Sin embargo, no debemos dejar de mencionar que el mercado de criptomonedas es muy volátil, pues el precio depende únicamente de la ley de la oferta y la demanda, lo que implica que el valor de una criptomoneda puede tener fuertes subidas o caídas de precio.

Tal y como mencionamos anteriormente, el mercado de divisas digitales carece de regulación alguna, y no están bajo el control de ningún gobierno o banco en particular, y en consecuencia, el propietario de critpomonedas tampoco está protegido por el Fondo de Garantía de Depósitos de entidades de crédito, lo que sí ocurre con los depósitos en dinero tradicional hasta el límite de 100.000 euros por cuenta bancaria.

Al tiempo, existen ya países que han prohibido su uso, como Bangladesh o Bolivia.

A fecha actual existen más de 1.000 criptomonedas, aunque sin duda, Bitcoin es la más popular, seguida de otras como Ethereum, Bitcoin cash, Litecoin, o Ripple.

A efectos fiscales, debemos saber que las ganancias o pérdidas que tengamos por la venta de monedas virtuales se deben declarar en el IRPF.

De este modo, el valor a declarar de la ganancia o pérdida patrimonial, vendrá determinado por la diferencia entre el valor de transmisión y de adquisición.

Sin embargo, si una persona realiza la orden de venta de criptomonedas en un año, pero el dinero en su cuenta corriente lo recibe al año siguiente, nos puede surgir la siguiente duda: ¿en qué ejercicio hay que realizar dicha declaración?

Y para dar respuesta a la anterior pregunta, la Dirección General de Tributos se ha pronunciado sobre ello en una consulta vinculante de fecha 22 de marzo de 2018, estableciendo que dicha ganancia o pérdida se imputará al período impositivo en que tenga lugar la alteración patrimonial.

Por lo que ahora nos preguntamos ¿cuándo se considera que se produce esta alteración patrimonial.

Pues bien, la alteración en el patrimonio del contribuyente derivada de un contrato de compraventa se producirá en el momento en que tenga lugar la transmisión mediante la entrega del bien o derecho vendido.

 

Indicado esto supongamos que una persona realiza una venta de criptomonedas el 15 de diciembre de 2017, y el precio de la venta se ingresa en la cuenta del vendedor en enero del 2018. En base a ello, dicha operación deberá incluirse en la renta presentada del ejercicio 2017.