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Cuando casi veíamos el final del túnel de la pandemia, la decisión de invadir Ucrania por parte de Rusia ha llevado de nuevo a la economía mundial a una situación de incertidumbre. A continuación respondemos a algunas de las preguntas que están haciéndose ahora mismo directivos y empresas:

 

A nivel tesorería, ¿qué pueden hacer las empresas para sobrellevar esta situación?

Las empresas deben mantener un cierto optimismo, máxime cuando ningún organismo internacional considera que la contienda vaya a suponer que la economía mundial entre en recesión. Esta coyuntura debe tenerse en cuenta frente a la caída de más del 10% de PIB que supuso la crisis ocasionada por la COVID-19

No obstante es importante que las empresas anticipen las medidas necesarias para hacer frente a un posible alza de tipos de interés para contener la inflación (en España ha sido del 7,6% el mes de febrero) y, por ello, al endurecimiento de las condiciones de financiación.

En ese contexto la mejor herramienta que puede tener una empresa es la liquidez: en escenarios de incertidumbre y de encarecimiento de la financiación ajena las reservas de dinero de la empresa son claves para asegurar la supervivencia.

 

Las empresas que tenían relaciones con Ucrania o Rusia, ¿qué pueden hacer ante las pérdidas causadas por la invasión?

Hay casi 15.000 empresas españolas con relaciones comerciales de exportación o importación con Rusia y Ucrania, con un valor global de 11.300 millones de euros. La congelación de activos bancarios y la exclusión de determinados bancos de la red de intercambio Swift impuestas a Rusia por la UE 2021 han generado un escenario muy complicado en las relaciones comerciales de las empresas con Rusia y Ucrania. Las administraciones públicas están estableciendo ayudas en forma de préstamos a bajo interés para compensar a aquellas empresas que no han recibido el pago de las facturas o que sufran alguna otra dificultad que afecte al circulante como consecuencia de la guerra.

 

¿Qué medidas se pueden tomar ante los bloqueos de exportaciones e importaciones de materias primas?

Con Occidente cerrándose a las materias primas de Rusia muchas empresas han mirado a los principales mercados de países latinoamericanos como Brasil, Chile, Argentina, Colombia, Brasil o México que se presentan como una opción muy atractiva. España ha solicitado a las autoridades europeas una relajación de las exigencias sanitarias comunitarias a la hora de importar cereales, aunque sea de forma temporal, para compensar la caída de las importaciones ucranianas. También se ha solicitado por varios estados una flexibilización de las medidas de la PAC para que se pueda incrementar la producción de cereales en España y otros países comunitarios.

 

¿Están las empresas más expuestas a riesgos en materia de ciberseguridad?

Existe una amenaza real e inminente de ciberataques rusos, de la que ya ha alertado el propio Gobierno español.  Y a consecuencia de ello, algunas de las mayores compañías del Ibex y grandes bufetes de nuestro país han comenzado este mismo jueves a renovar e incrementar la protección de sus sistemas operativos e información confidencial  frente a posibles ataques informáticos tras la invasión de Ucrania. Los sistemas más utilizados por empresas estratégicas son Zero Trust de Microsoft, para control de dispositivos y políticas de seguridad, QRadar de Viewnext, y Grupo IBM, y acuden a servicios de multinacionales de ciberseguridad como Kroll, para reducir el «Tiempo medio de detección» (MTTD) y el «Tiempo medio de respuesta» (MTTR) de una estructura empresarial.

 

¿Qué medidas deben tomar las compañías y más teniendo en cuenta la situación de teletrabajo que aún se mantiene tras la pandemia?

La realidad es que el volumen de ciberataques al sector financiero, por poner un ejemplo, ya se incrementó un 238% durante los meses más virulentos de la pandemia. La inversión en ciberseguridad ya no es una opción, sino una obligación para la mayoría de las empresas. Es preciso contar con antivirus y cortafuegos que debe aplicarse a la totalidad de los equipos y dispositivos corporativos, incluidos los dispositivos móviles y los medios de almacenamiento externo como USB, discos duros y portátiles. Además, es imprescindible la detección de accesos a través de herramientas de filtrado como los Sistemas de Detección de Intrusiones (IDS) y Sistemas de Protección de Intrusiones (IPS), que filtran las entradas y salidas para detectar y descartar algunos accesos maliciosos.

 

¿Cómo pueden las empresas, en particular el sector industrial, afrontar la subida de los precios de combustibles, luz, etc?

La situación en el sector industrial es muy complicada, especialmente para las empresas electrointensivas (más de 2.500 empleos directos en Galicia), ya que hay muchas empresas que no pueden trasladar los costes de la energía a sus productos porque se quedarían fuera de los mercados al perder competitividad y no tienen otra alternativa que asumir esos incrementos de costes contra sus resultados. La posible paralización o reducción de niveles de producción (Ferroatlántica, Xeal, Megasa, ….) para afrontar la pérdida de rentabilidad puede generar escasez en la cadena de suministro,  lo que transmitirá con cierto retraso los efectos de las subidas de precios de la energía a los diferentes sectores.

¿Hay margen para que los gobiernos europeos lleven a cabo cambios legislativos que beneficien a las empresas?

Se está estudiando por la Unión Europea la posibilidad de reformar la legislación para desacoplar el precio del gas del precio de la electricidad, una eventualidad que ha sido reclamada por varios gobiernos, incluido el español, y ante la que la Comisión Europea mantenía ciertas reservas. Otras posibles medidas urgentes demandadas por las empresas que se podrían adoptar serían una rebaja en el IVA y el impuesto de hidrocarburos, así como una bajada de los peajes o la regulación del consumidor gasintensivo.

 

¿Se podrían habilitar líneas de ayuda a empresas desde la UE? ¿Cuáles y cómo se podrían articular?

La Comisión Europeo permitirá a los gobiernos nacionales conceder ayudas públicas a las empresas que más hayan sufrido las consecuencias de alza de los precios de los combustibles. Las medidas previstas inicialmente son un apoyo temporal mediante préstamos y garantías para proporcionar liquidez a las empresas en dificultades, así como otras ayudas frente a los costes adicionales generados por los aumentos del precio de la electricidad y el gas. Estas ayudas, junto con el Fondo Europeo de Recuperación previsto para recuperar y reparar los daños de la crisis ocasionada por la COVID-19, podrían ayudar a contener los efectos negativos de la guerra de Ucrania.

El Gobierno español ha planteado asimismo una ampliación temporal de estos fondos y un adelanto del gasto comprometido para contener las consecuencias de un conflicto que ya afecta a la economía española.